Pinchamos con un palillo los chorizos.
Pelamos y cortamos en cuadrados de bocado grande las patatas.
Cortamos el ajo en láminas y la cebolla en tiras.
Ponemos el aceite en la base de una fuente de horno y añadimos las patatas, el ajo, la cebolla, sal, pimienta negra molida y orégano.
Añadimos también un poco de cayena en copos y la mitad de la cantidad total del vino blanco.
Mezclamos con una cuchara para que todos los ingredientes se impregnen bien y tapamos la fuente de horno con papel de aluminio.
Con el horno precalentado a 200º C, con calor arriba y abajo, metemos la fuente en la zona media del horno y horneamos durante 20 minutos.
Pasados los 20 minutos, sacamos la fuente del horno y retiramos con cuidado el papel de aluminio para no quemarnos.
Volvemos a mezclar el conjunto con la cuchara y después, colocamos los criollos encima de las patatas y los regamos con la otra mitad del vino blanco.
Metemos de nuevo la fuente en el horno a media altura y horneamos a 180º C durante 25 minutos más.
Y después de estos minutos de horneado, ya tenemos listos para comer los chorizos criollos al horno, doraditos por fuera y muy jugosos por dentro.