Ejemplo. Si buscamos una bombilla de 500 lúmenes para una lámpara de mesa, los precios varían de una manera sorprendente. Una bombilla incandescente gasta unos 38 vatios que se traducen en 6,46 euros en la factura eléctrica, una halógena consume unos 25 vatios que son 4,26 euros, una fluorescente compacta puede llegar a gastar hasta 8 vatios (1,36 euros), mientras que la LED -con 5 vatios- se puede traducir en 0,85 euros.